«¿Ya hablará?» Trastorno del Lenguaje sin Mitos




Las personas con Trastornos del Lenguaje y sus familias tienen que enfrentarse, como muchas otras personas con diversidad, a una serie de creencias preestablecidas, y en muchas ocasiones… equivocadas, mal fundamentadas y que no corresponden a lo que la evidencia científica y/o la realidad nos dicen. Estos mitos no hacen otra cosa más que perjudicar su desarrollo, su acceso temprano a los tratamientos y su participación social.


MITO 1 → «¡Ya hablará!»

 “Ya se le pasará”, “es muy pequeño todavía”, “es un poco vago”, “cada niño tiene su ritmo”, yo conozco al hijo de Fulanito que con la edad de tu hijo no decía nada y con 6 años no había quien le callase…!“

Sin duda, esta “tolerancia” cultural de darle poca importancia a la adquisición y desarrollo del lenguaje, es la que más afecta posteriormente al desarrollo de la persona, ya que es la culpable de aplazar una detección precoz y por lo tanto, recibir Atención Temprana. Todos conocemos las consecuencias fatales de que una persona que lo necesite no reciba dicha atención. A día de hoy, todavía existen muchos/as niños/as con Trastorno del Lenguaje que nunca la han recibido. Los profesionales que los atendieron, decidieron esperar para ver que pasaba… hasta los 6 años. A veces, esperar a ver que pasa es una forma de observar el desarrollo para tomar decisiones, pero no tiene ningún sentido si en ese tiempo no hemos cambiado ninguna condición. Si comprobamos en algún momento que hay o puede haber una alteración en el lenguaje, es ridículo esperar a que pase el tiempo para ver si cambia por arte de magia. Es muy necesario aclarar que un niño/a no decide cuándo hablar y cuando no, por lo tanto no es vago. Si tiene un desarrollo típico del lenguaje, no puede evitar hablar.
 ¿Cuándo se puede considerar que hay un Retraso en el Lenguaje?
Actualmente hay muchos criterios. Algo muy general es si el/la niño/a, a los 2 años, no dice 50 palabras inteligibles por su entorno, o no emite enunciados de dos palabras. ¿Significa que todos los niños que tengan un Retraso del Lenguaje a los 2 años van a tener un Trastorno del Lenguaje? Por supuesto que no, pero todos los niños con Trastorno del Lenguaje tuvieron un inicio tardío del mismo. Varios estudios han demostrado que un 40% de los que tuvieron un inicio tardío del lenguaje a los 2 años, acabaron teniendo un Trastorno del Lenguaje a los 4 (casi la mitad), y la mayoría del 60% restante acabaron teniendo otro tipo de problemas de aprendizaje, relacionados con el lenguaje. Por lo tanto, hay que acabar ya con este mito y darle la importancia que de verdad tiene, cuando aparece alguna señal de alarma.
Debemos estar atentos a estas señales. Para eso existen los servicios de Atención Temprana a los que los chicos pueden asistir sin un diagnóstico en firme, sólo por el mero hecho de estar en riesgo biológico y/o social.

FERNANDEZ MARTIN, F.. Escuchemos el lenguaje del niño: normalidad versus signos de alerta. Rev Pediatr Aten Primaria [online]. 2013, vol.15, suppl.23, pp. 117-126. ISSN 1139-7632.

MITO 2 “Pues si tiene un Trastorno del Lenguaje… sólo necesita Logopedia”.

Totalmente falso. Vamos a usar la lógica un poco… las personas somos seres holísticos ¿No? Es decir, que lo que nos ocurre en una esfera de nuestra vida… nos influye en otras. Vamos a tratar de pensar con un ejemplo práctico: niño con Trastorno del Lenguaje en el recreo… ¿Si tiene problemas para comprender lo que le dicen sus compañeros, no va a influenciar en su participación en el juego en el recreo? ¿Si tiene problemas a nivel comprensivo, no va a afectar en sus habilidades sociales? ¿Si tiene problemas de comunicación, no puede afectar a su autoestima, porque se sienta “inferior” a sus compañeros? Cuando tu repites 3 veces la misma cosa a otra persona y ésta no te entiende, ¿no acabas perdiendo los nervios? Es decir, que puedes tener problemas para autorregularte. Con lo cual, un problema en la comunicación te puede afectar a nivel cognitivo, social, emocional y por supuesto, comunicativo, con lo cual acabará afectando a tu funcionalidad o autonomía. Además, cada vez están más documentadas las dificultades a nivel sensorial, motor, función ejecutiva y habilidades sociales, entre otros, que pueden tener las personas con este diagnóstico. De esta forma, pueden necesitar intervenciones de profesionales como Pedagogos Terapéuticos, profesionales de Psicomotricidad, Psicológos o Terapeutas Ocupacionales.
 Si una persona con Trastorno del Lenguaje tiene dificultades a nivel de las Áreas de Ocupación (Actividades de la Vida Diaria, participación en educación o trabajo, participación social, juego, ocio o sueño), Destrezas de Ejecución (cognitivas, sensoriales, perceptivas, motoras, sociocomunicativas), Patrones de Ejecución (hábitos, rutinas y roles), es decir, para participar activamente en los entornos o contextos (cultural, personal, físico, social, temporal o virtual) en los que se desenvuelve su vida, tiene derecho a tener una intervención desde la terapia indicada. 

MITO 3. “¿Dices que tiene un Trastorno del Lenguaje? Pero mira, ¡si habla mucho!”

“Todo el tiempo que ha estado aquí no ha dejado de hablar”, “¿a estos niños se les da el alta con 6 años cuando ya empiezan a hablar, no?”, “¡qué cambio ha dado!”, “¡quién lo iba a decir, con lo tímido que era de pequeño que no quería hablar y mira ahora como ha arrancado con 7 años!”, “¿ves como no era para tanto?”, “fíjate qué bien pronuncia, incluso la /rr/, ¡si la pronuncia mejor que yo!”.

Una persona con Trastorno del Lenguaje, HABLA. Gina Conti-Ramsden decía en una ocasión que el mayor problema que tienen las personas con Trastorno del Lenguaje, es que hablan. Si no hablaran, se entendería mejor su problemática.
El Trastorno del Lenguaje no solamente es hablar poco o mal. Como ya sabemos, empezaron siendo hablantes tardíos, pero es algo persistente y evolutivo, por lo cual sus dificultades van a ir cambiando. Todos terminarán hablando, ya que no tienen ningún problema físico que les impida hacerlo. Muchos de ellos no tienen afectado el componente fonológico, por lo que las palabras o frases que saben construir, las producen correctamente. De hecho, yo conocía un loro que sabía decir muchas frases; la que más le gustaba y repetía varias veces al día era “Erre con erre cigarro”. Este animal hablaba mucho con una muy buena pronunciación, pero nadie se atrevería a decir que tenía un lenguaje humano impecable, ya que los sonidos que producía eran sólo eso. En ningún momento esperaba entablar una conversación con alguien que estuviera en ese momento allí. Esto es sólo un ejemplo que nos demuestra que el habla es sólo la forma oral que tenemos de expresar el lenguaje, pero el lenguaje es algo mucho más complejo que hablar.
Los niños/as con Trastorno del Lenguaje, cuando hablan, pueden tener dificultad para entender las palabras dentro de un contexto, ya que una palabra puede tener varios significados. Pueden tener problemas para entender la combinación de palabras. No es lo mismo decir “yo me río en el baño”, que… “yo me baño en el río”. Pueden tener problemas para adaptar las palabras utilizadas a cada situación. Ante alguien que te impide el paso en la calle en vez de decirle “¿podría dejarme pasar, por favor?”, podría decirle… “aparta de ahí que no me dejas pasar”.
 Los niños/as con Trastorno del Lenguaje, cuando van siendo más mayores suelen tener intereses lingüísticos restringidos. Si aprenden a hablar bien sobre algún tema, tienen dificultad para cambiarlo, ya que ahí es donde se sienten seguros hablando. Aprenden el lenguaje de forma literal, haciendo que tengan dificultades para captar los chistes y las ironías. Cuando se habla con una persona con Trastorno del Lenguaje, nunca podemos dar nada por hecho, y debemos asegurarnos que nos ha entendido bien, ya que en enunciados muy largos y dependiendo de su comprensión, suelen entender lo que más carga semántica tenga, omitiendo muchas veces algunas palabras que también son importantes para entender. Por ejemplo, Pablo, un niño de 10 años, perdió el libro de Inglés y Matemáticas en el colegio. Su profesora le dijo que mirara en el aula de dibujo porque había visto allí el de Matemáticas, y “a lo mejor” también estaba el de Inglés. Pablo fue al aula de dibujo y encontró allí el libro de Matemáticas, pero el de Inglés no estaba allí. Pablo se sintió engañado, ya que interpretó que le habían mentido y bajaba las escaleras diciendo que ese ya no era su colegio. Pablo no entendía la expresión “a lo mejor” y sólo entendió que en ese aula estaban los dos libros.
Los comentarios con estos mitos hacen mucho daño a los los padres y familiares de personas con Trastorno del Lenguaje, ya que por las dificultades que los niños tienen, disfrutan de mucho menos tiempo de ocio que los demás. Detrás de cada logro comunicativo hay muchísimo trabajo. Y éste no se hace por gusto.
Trastorno específico del lenguaje.






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